Cualquier figura creada en el ordenador puede transformarse en una deliciosa pieza de chocolate gracias a una original impresora 3D desarrollada por científicos de las Universidad de Exeter y Brunel, en Reino Unido.
Crearla no ha sido fácil. La tecnología de impresión 3D en que se basa, que fabrica imprimiendo capas sucesivas de un material hasta levantar un objeto tridimensional, ya se usa a nivel industrial para producir piezas de plástico y metal. Pero es la primera vez que se aplica con chocolate, un material difícil de trabajar porque requiere ciclos de calor y enfriamiento muy precisos y rápidos.
Según Liang Hao, investigador que ha participado en su creación, lo que hace a esta tecnología especial “es que los usuarios pueden diseñar y fabricar sus propios diseños, desde el rostro de un amigo a la forma del juguete favorito de un niño”. Hao añade que han empezado trabajando con el chocolate “porque se puede encontrar fácilmente, es barato, no es peligroso, y no genera residuos ya que se come”. Sin embargo, espera que en el futuro esta misma tecnología permita crear joyas e incluso productos del hogar de forma personalizada.